
Es un objetivo necesario y perfectamente alcanzable que el ayuntamiento compense todas sus emisiones de CO2 a la atmósfera, esto redundará en una mejora medioambiental y además en un considerable ahorro económico para el municipio. Este objetivo se alcanzaría mediante la instalación de placas solares térmicas que cubran las necesidades de agua caliente de las distintas instalaciones y sobre todo con placas fotovoltaicas en las azoteas de las distintas instalaciones municipales e incluso pérgolas solares en determinados parques que alivien el calor al mismo tiempo que producen energía. El objetivo es que la suma de la electricidad producida en todas las instalaciones municipales supere el consumo total de todo el ayuntamiento, incluidos los vehículos, Compensando la emisión de gases de efecto invernadero.
Simultáneamente se crearía un programa de incentivos a la instalación de placas solares tanto a nivel fiscal como de asesoramiento o incluso intermediación con empresas del sector para aumentar el porcentaje de energía verde hasta el máximo posible.
Esta enorme bolsa de electricidad producida y el consiguiente ahorro económico permitiría emplear parte de esos recursos para fines sociales.
En cuanto a la instalación de placas solares en instalaciones agrícolas, actualmente el mayor impedimento para su proliferación es la falta de seguridad, La simple creación de una política de seguridad que implique el desplazamiento de la autoridad a cualquier instalación en la que suene la alarma, haría que proliferasen las placas de forma exponencial con un considerable ahorro económico y de contaminación.
Eso nos lleva una vez más a la insuficiencia de la plantilla de policía local.